Etiqueta: Crecimiento

  • Lucho por no ser una damisela en peligro

    Me considero una mujer bastante independiente, dentro de todo. Tengo mi trabajo, mis proyectos, mis metas. No siempre fui así. Ni de cerca.

    Princess Peach

    Creo que esta descripción me encaja desde hace no mucho más de tres años. Antes de eso, era un desastre internamente.

    No tenía mucha idea de qué quería hacer con mi vida, y emocionalmente dependía por completo de otros, aunque de eso no me di cuenta hasta que mi ex me dejó en el peor momento posible, cuando mi familia atravesaba una de sus peores crisis.

    En diciembre de 2008 era, bajo cualquier óptica posible, una damisela en peligro, sin nadie que me pueda rescatar.

    Lo bueno, lo maravilloso, es que la que me vino a rescatar fui yo sola. Me tomó un par de años, sí, pero ser mi propia heroína es algo que no cambio por nada. Es una de las cosas más valiosas que tengo.

    Sin embargo, me avergüenza admitir que en estos últimos meses estoy haciendo un esfuerzo muy grande por no dejarme caer en la desesperación e intentar que alguien más se ocupe de mí. De volver a ser una damisela en peligro y que alguien –mi novio, mis padres, mi trabajo, lo que sea– me venga a rescatar. Que alguien más solucione mis problemas. Que me cuiden como cuando era chiquita.

    Estoy cansada, esta heroína no quiere pelearla más.

    Pero no bajo los brazos. No los bajo por miedo, porque nunca más quiero volver a ser esa persona, porque tampoco hay nadie que me pueda rescatar como a mí me gustaría, pero lo importante es que no los bajo.

    Y quiero creer que después de que este tiempo en el que me siento tan perdida pase, voy a estar muy feliz y muy orgullosa de no haberlo hecho.

  • 2012 fue un gran año

    Creo que puedo describir mi 2012 muy claramente de la siguiente forma: si se hubiese acabado el mundo, me hubiese ido feliz y satisfecha. Rodeada de amor, y superación personal y familiar.

    No todo el año fue un paseo en bici. Muy por el contrario, hubieron momentos desafiantes y dolorosos, como ya saben. Pero también fue un año lleno de logros.

    Este año descubrí la satisfacción que puede darme mi carrera profesional en algo que no es un emprendimiento propio, y también aprendí a delegar mucho en lo que es mi bebé, Acceso Directo.

    2012 fue testigo del comienzo del fin de la espantosa odisea que atravesó mi familia durante los últimos 4 años, y aunque el alivio no fue inmediato, es un nuevo comienzo, podemos respirar, y mirar al futuro sin miedo.

    Bariloche

    Este año pude viajar más de lo que nunca había viajado en un solo año. Pude conocer la ciudad de México y Cartagena, además de volver a otros lugares que ya conocía, pero sobre todo adquirí muchísima experiencia como viajera solitaria, algo que me divierte mucho, y me hace sentir que soy la mujer que quería ser de chica.

    También fue un año de mucho crecimiento personal para mí, tanto individualmente como en pareja, dos aspectos en los que estoy manteniendo un equilibrio maravilloso que nunca antes había conocido.

    Iba a escribir «gracias 2012», pero creo que no sería justo. Es gracias a mi familia, mi novio, mis amigos, mis compañeros de trabajo, los desafíos que se me presentaron y los que vienen adelante.

    Así que vayamos cerrando este año, que yo tengo que vestirme para festejar, y ustedes seguro que también.

    Mi deseo, para mí, para ustedes, y para todos nuestros seres queridos, es que 2013 sea un año maravilloso, que supere a este que dejamos, y que dentro de 365 días nos encontremos escribiendo otro balance positivo.

    ¡Nos leemos el año que viene!

  • Mi balance de 2010

    Puedo decir sin temor a exagerar que 2010 fue el año más intenso de mi vida. Me pasaron tantas cosas buenas y malas que cuando las recuerdo siento que tuvieron lugar durante al menos 5 años, y me cuesta entender que pasó todo en el mismo período de 12 meses.

    Para empezar, mi comienzo de año fue fabuloso, en Las Vegas con el CES y luego de vacaciones en Los Angeles, donde conocí muchos lugares con los que siempre había soñado. Pero cuando volví a aterrizar en Buenos Aires, las cosas se fueron poniendo más y más difíciles.

    Es así como mi 2010 se dividió en dos mitades muy claras. La primera fue triste, pesada, oscura, llena de dolores y lágrimas.

    En un período de menos de dos meses tuve que hacer 3 duelos que aún hoy me hacen llorar cuando me toman desprevenida.

    El primer golpe llegó con la muerte de mi tía Juani, a quien se la llevó un ACV. No fue traumático y agradezco que para ella haya sido rápido y sin sufrimiento. Ya era grande y después de una vida en la que la peleó como pocos, llegó su momento de descansar en paz. Sin embargo, nunca había sentido de grande el dolor de perder a alguien que te haya amado en una forma tan incondicional. El vacío que dejó en mi vida y la de toda mi familia va a ser imposible de llenar, y las lágrimas que derramamos al recordarla en la cena de Navidad no son más que el signo de todo el amor que le tuvimos, y que ella nos dio. Hoy, solo quiero estar agradecida por haber tenido la gran suerte de ser su sobrina.

    (más…)

  • Lo que aprendí en 2010

    Este año fue uno de muchísimo aprendizaje para mí, en muchos niveles diferentes.

    Aprendí que el poder del perdón es fuerte, y que depende solo de uno mismo si así lo queremos. Que compararte compulsivamente te envenena el alma, pero darte cuenta de eso te libera. Que se puede vencer el miedo, incluso el que te acompaña desde hace años. Y que en momentos de crisis hay que decirle NO al drama.

    Seguí sosteniendo que hay cosas que no tenemos que confundir, que no todo tiempo pasado fue mejor y que hay algo que distingue siempre a las grandes mentes. Me miré hacia el pasado y sonreí diciéndome que está todo bien.

    Descubrí que aunque haya problemas de fondo y que los asuntos pendientes a veces te perturben, no hay que perder la esperanza, porque la vida te puede cambiar radicalmente en dos semanas, que no hay que bajar los brazos y tratar de ser siempre la mejor versión de uno mismo (incluso los días en los que terminé agotada).

    Como soy bastante obsesiva, valoré más que nunca el valor de la rutina. Y cuestioné los conceptos de belleza, cómo veo a las personas por default, y hasta cómo suelo favorecer a mis amigos.

    2010 ha sido un año increíblemente intenso, pero este no es mi balance. Mi balance está aún por venir.

    ¿Qué aprendieron ustedes este año?

  • Comparaciones

    Blythe body comparison

    Una de las cosas más importantes que aprendí este año es que compararse con otros es una enfermedad, una de las peores cosas que te podés hacer a vos mismo. Ya sea porque te hace sentir peor, o porque te da una falsa sensación de ser mejor.

    El único parámetro válido somos nosotros mismos, nuestra propia satisfacción, bienestar, felicidad. Creo que cada uno tiene que tener su norte y hacia allí apuntar, y no al norte de los demás. Al fin y al cabo, cada persona es única por sus características, historias y circunstancias, y casi cualquier cosa que puedas comparar en realidad no se aplica a tu propia vida.

    Es por eso que desde hace meses que dejé de compararme con los demás, y solo trato de superarme a mí misma –algo tanto o más difícil, por cierto. Y aunque espero estar creciendo a nivel personal, por lo menos sé que me ha traído mucha paz mental y claridad sobre mis propios objetivos y deseos.

    (Creo que una excepción a esto puede ser cuando admiramos a alguien por X motivo, y entonces lo usamos de «guía» para crecer nosotros mismos, pero solo debería ser un estímulo).