Muchas veces las personas violentas en la empresa lo son también en la vida privada, al igual que las víctimas. El diagnóstico es difícil de hacer porque en el violento hay muchos comportamientos de la fobia.
En la violencia siempre hay una intensión, CC o ICC, y una estrategia de destrucción de los valores que tiene la víctima y de los cuales él carece.
El encuentro entre víctima y victimario se relaciona con modelos aprendidos; en la infancia pudo haber un abandono o avasallamiento (real o sentido, y cambios en la percepción del niño donde el reconocimiento está puesto afuera.
Hay 3 estadíos:
1- Seducción:
El victimario despliega su estrategia de seducción, se ubica en el lugar de amparo y sostén, de rescatador que viene a ayudar. Tiene características sociopáticas, hasta lograr que la víctima se comprometa de algún modo. Esas conductas van creciendo. Lo primero que le pasa a la víctima es que no lo puede creer, y el violento aprovecha esa duda.
2- Estallido:
Se va a reiterar cíclicamente, se desarrolla un juego psicológico aunque no se diga nada. La culpa se proyecta en la víctima, que estalla, y aparece con una contraviolencia que la hace parecer victimaria, a raíz del juego perverso del otro.
3- Luna de miel:
La víctima termina por creerle al violento, lo perdona, pero el siguiente golpe siempre es más grave. La violencia comienza siendo sutil, pero conduce a la muerte. Cada vez que perdona, está aceptando ese nivel de violencia, y el victimario debe aumentarla. Hay un contrato psicológico implícito.
Momentos para trabajar con la víctima: cuando está en el momento de ruptura, hay que hacer una alianza, pero cuando está en la luna de miel, solo escuchar callados, no ponernos en contra.
La violencia: patrón de conducta desadaptativo que se repite en el tiempo y genera daño psicológico, físico, económico, alterando el desarrollo de la personalidad de la víctima.
El victimario: baja tolerancia a la frustración, bajo control de impulsos, baja autoestima, falta de conexión con los sentimientos. Solo logra empoderarse a sí mismo cuando se apodera de la víctima. Se da una alianza entre las dos partes, una convivencia en pos de salvar al victimario.
La víctima: es elegida en forma estratégica por sus características personales o laborales, que el victimario desea y por lo tanto quiere destruir. También se elige porque se rebela contra un manejo inadecuado del poder. Entre víctima y acosador no hay simbiosis sino una alianza. Se la cosifica, se la vacía de su personalidad con el fin último de someterla hasta destruirla.
Acoso laboral: cualquier manifestación gestual, actitudinal o verbal que atente contra la dignidad e integridad de una persona, o pueda poner en peligro su empleo, o degradar el clima de trabajo. Para que se configure el acoso debe haber abuso de poder y manipulación perversa.
Seducción perversa: se elige estratégicamente a esa víctima (que el violento supone que cuestiona su poder, ya sea por su capacidad o características muy positivas), y se produce una relación de dominación, aunque le hace creer a la víctima que en realidad es libre, provocando desconcierto. La víctima no puede entender en qué lugar está. Luego viene una violencia más manifiesta, y si la víctima reacciona, llega el terror: uno, a las represalias, el otro, a que se escape la víctima.
Se da un proceso de cosificación. La víctima empieza a dudas de sus capacidades. Se evita la comunicación directa.
Comunicación perversa:
– Se deforma el lenguaje, no suele elevar el tono de vos, hay diferencias entre el lenguaje verbal y corporal.
– Descalificación: agresión que no es abierta y de la cual es muy difícil defenderse. Se cosifica a la víctima, la vacía de identidad, la hace dudar de sus propias capacidades.
– Uso de lenguaje técnico complejo
– Mentiras, sarcasmo, insinuaciones. Genera ambivalencia en la víctima.
– Comunicación paradojal
– Comunicación indirecta, que causa confusión.
La violencia es casi siempre verbal, con características de frialdad. Es más bien indirecto, somete a la víctima a la confusión. Busca manipular al otro.
Proceso de dominación:
- Elegir a la víctima
- Sometimiento, subordinación, sumisión, dependencia
- Discriminación (la aísla)
Consecuencias:
Entre las consecuencias están la pérdida de autoestima, el deterioro, la renuncia (resignación). Daña la capacidad de reflexionar y dirigir acciones.
Fase de dominio
§ Renuncia a su singularidad
§ Resignarse a someterse
§ Confusión, no sabe cómo expresarse
§ Empobrecimiento de las áreas personales
§ Duda de sus percepciones (sustentada en la ambivalencia)
§ Estrés (que si se cronifica puede llevar a alteraciones orgánicas, muchas veces TPEPT o hasta disociación)
§ Miedo y conductas evitativas
§ Aislamiento
A largo plazo
§ El choque: tomar CC de la agresión (hay que ayudarlo a que se reconecte con sus percepciones)
§ Esto produce un desequilibrio, y pueden aparecer síntomas de ansiedad, depresión, disociación…
§ Fase de separación, por parte de la víctima
§ Evolución: ver en qué nivel basal estaba antes de esto, cómo quedó, y hasta qué condiciones de salud lo podemos volver a llevar.