Categoría: Ceci

  • ¡¡Completé la carrera de 10K!!

    El domingo fue un día de tremenda superación personal: la chica que en el secundario no podía correr más de 3 minutos seguidos sin agitarse como si tuviese asma, completó una carrera de 10K.

    Me gustaría decir que «corrí 10 kilómetros» pero no sería del todo cierto: más de una vez tuve que parar a caminar para recuperarme un poco ya sea del sentimiento de exigencia en los músculos, o para nivelar un poquito la respiración. Pero en total puedo decir que hice el 80% de la carrera corriendo, ¡y eso es un montón!

    Fila Race 10K

    Pensar que estaba entrenando para correr 5K (no en una carrera en especial sino por cuenta propia) y de golpe surgió esta oportunidad de correr la Fila Race y acepté. Gran decisión.

    Mi cuerpo me sorprendió gratamente, y mi fuerza de voluntad también. Tengo que admitir que el hecho de haber corrido más de la mitad de la carrera con una cámara al lado también me forzó a dar lo mejor de mí misma para no quedar mal :P

    En este momento me duele la rodilla derecha, pero el resto de mi cuerpo se siente bien. Y mi espíritu, sobre todo, está altísimo. Me siento feliz, aliviada y realizada.

    Claro que esto no fue el objetivo ni el final, sino solamente el comienzo, y creo que fue un «boost» para acelerar el entrenamiento que hago por mi cuenta.

    La próxima vez que salga a correr sé cuánto puedo dar de mí misma. Mi objetivo ahora va a ser correr 5KM sin parar, luego hacerlo más rápido, y luego ir subiéndolo progresivamente a 10K.

    Mi tiempo en la carrera fue de 1:22hs, y aunque es «lento pero perseverante» puedo decir con cierto orgullo que no salí última. Y que la terminé 20 minutos antes de lo que me habían dado las cuentas mientras lo calculaba antes.

    Es un tiempo modesto pero que para mí es un gran objetivo alcanzado.

    Ahora a darle un par de días a este cuerpecito para que se recupere y luego volver a correr por placer, sabiendo que sí se puede.

    Foto del equipo #MiPrimeraCarrera robada a Elen.

  • La mentira más ridícula que me creí

    Hay mentiras que nos creemos por ingenuos, o confiados, o porque no se nos ocurre que la otra persona pueda tener motivos para mentir.

    Después hay otras mentiras que parte nuestra elige creer por más que todas las evidencias apunten a lo contrario.

    Mentiras

    Cuando tenía 17 años una de mis íntimas amigas me preguntó si con mi entonces novio habíamos practicado sexo oral. No me lo preguntó solo como curiosidad, me lo preguntó como «para confirmar».

    La pregunta me descolocó un poco. Hablar sobre si habíamos perdido la virginidad o no era bastante fácil, pero entrar en los detalles de la intimidad en ese momento me daba un poco de pudor, y no fue sino bastante sonrojada que le contesté que sí, pero que ¿por qué me lo preguntaba? ¿Cómo se le había ocurrido?

    Me dijo que mi novio se lo había contado al suyo. Y eso era un problemón, porque yo me llevaba pésimo con el novio de mi amiga, y pensar que MI novio haya podido compartir algo tan íntimo nuestro con un personaje que me había causado tantas molestias no sólo me resultaba humillante sino una gran traición.

    Le dije que no podía ser, que cómo iba a haber pasado eso. Que se tenía que haber enterado de alguna otra forma.

    Mi amiga me debe haber visto cara de ternero degollado y mundo-apunto-de-colapsar o algo así, porque enseguida me dijo que quizás su novio había adivinado, y que había inventado que el mío se lo contó.

    Y yo le creí. Mi amiga estaba inventando una excusa para salvar la situación y yo decidí que la excusa era seguramente la verdad.

    Varios años después pienso en esa situación, en que me parece tierno que mi amiga haya tirado esa fruta para que yo no me ponga mal, en que mi novio de entonces estuvo en offside (pero también en retrospectiva no me parece tan grave), y que las personas muchas veces NECESITAMOS creer ciertas mentiras.

    Seguramente a lo largo de mi vida he decidido comer fruta que me tiraron porque era mejor para mi paz mental (también me creí muchas mentiras por confiada, pero ese es un tema aparte).

    Así que es todo un ejercicio estar atentos y no creernos las mentiras que nos convienen. Yo espero haber dejado eso atrás hace unos años ya.

    Me río con ternura de las cosas que me creí, pero espero que si alguna vez me vuelve a pasar algo similar, tenga los ovarios de aceptar la realidad y no de creer lindas mentiras.

  • Me anoté para mi primera carrera

    Zest Flocado

    Así como tantos años de mi vida preparé con mucha emoción la muestra de jazz de fin de año, esta vez me toca «salir al escenario» con mi más reciente –y aún muy incipiente– habilidad: correr.

    Hace algunas semanas me hicieron una linda propuesta para participar en la Fila Race 2014 en Puerto Madero, y acepté.

    Me puse super contenta porque esto que vengo haciendo como un hobby, como un desafío personal, se pudo combinar con mi aspecto más «público» de una manera inesperada, y esas cosas, esos momentos de «serendipity», me encantan.

    Es así que el 13 de abril voy a estar corriendo mi primera carrera. Es una 10K, lo cual está bastante por encima de los 5K a los que estoy apuntando en este momento, pero decidí animarme igual.

    No importa si logro hacer sólo 5K (de hecho, lograr «solo» 5K sería para mí una felicidad inmensa), o si hago menos o si hasta me sorprendo a mí misma y hago más. Lo importante es vencer el miedo, los nervios, y sobre todo confiar en a dónde me pueden llevar mis piernas y mis pulmones.

    En Twitter voy a contar mi experiencia con el hashtag #MiPrimeraCarrera, junto con algunos amigos que también fueron invitados –y para quienes también va a ser su primera carrera.

    Al menos sé que apoyo emocional no me va a faltar.

    Mientras escribo estas palabras, la carrera se vuelve más real, y me invade una sensación de emoción y de nervios al mismo tiempo.

    Corredores con más experiencia, ¿me dan tips? Los necesito más que nunca :)

  • Hito

    Ayer fue un día sumamente importante en mi vida. No es algo de lo que pueda hablar en este momento, pero algún día les voy a contar.

    No me quiero hacer la misteriosa, de verdad. Es que a mí me gusta mirar mi propio blog cada tanto, como si fuese mi diario íntimo (en realidad, mi diario público), y dentro de años quiero poder mirar esta fecha y saber que la marqué como algo especial.

    Y me hace mucha falta algo especial, algo importante y bueno como lo de hoy, porque tuve dos golpes muy importantes estos días: la muerte de mi abuelo y enterarme que uno de mis más queridos y viejos amigos, que adoro con todo mi corazón, tiene cáncer.

    Dos de cal, una de arena.

  • El sábado falleció mi abuelo

    No sabía como titularlo, así que eso. El sábado falleció mi abuelo y me tocó despedirlo a la distancia.

    No es el lugar ni el momento para explayarme sobre el tema, pero me parecía que no podía seguir como si nada sin al menos mencionarlo.

    Toda la vida voy a estar orgullosa de ser su nieta. Fue el mejor abuelo del mundo. Me contaba cuentos y me sacaba chocolates de la panza. Y lo voy a extrañar horrores.

    La mejor forma de honrarlo es disfrutar del viaje a pesar de la tristeza, y en es estoy.

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  • A veces solo necesitás a tu familia

    Familia

    La semana pasada me sentí muy molesta. No sé exactamente por qué, pero hubo un par de días en los que no podía estar de buen humor, me sentía físicamente inquieta, molesta, y ni siquiera los mejores intentos de mi novio por hacerme sentir un poco mejor funcionaban.

    Supongo que tiene que ver con mi estado general de cansancio y la necesidad de que ya pasen los 10 días que me separan de mis vacaciones.

    El viernes a la tarde me fui a trabajar a lo de mis padres, y… todo estaba bastante bien.

    Con lo que les estuve contando sobre su situación actual, «bastante bien» es un mundo de diferencia. «Bastante bien» es MUY bien en comparación a lo que venimos viviendo.

    Charlé con mi mamá que se siente anímicamente mejor, con mi papá que más allá de un pico de presión, la sigue remando, y con mi hermana, que llegó tarde porque el bondi en el que venía chocó (nada grave) pero cayó de buen humor y con medialunas.

    En cuestión de minutos, me sentía bien. Contenta, animada. Desde entonces que la sensación general de molestia se me pasó.

    A veces, supongo, solo necesitás a tu familia, sea la de sangre o la que elegís cada día.

    Estar un rato con ellos, saber que están bien, relajarte aunque sea por unos minutos.

    No saben cuánto extrañaba eso.

  • Buenas experiencias: tramitar y retirar en nuevo DNI

    Esta mañana fui a buscar mi DNI nuevo al Registro Nacional de las Personas y tuve una experiencia tan buena que me sorprendió.

    Yo soy muy crítica del gobierno actual en el país, pero una crítica sólo es válida si uno puede reconocer tanto lo bueno como lo malo. Y hoy toca reconocer lo bueno.

    Hacer el trámite para en DNI nuevo fue una pavada. Hay muchos puestos en Shoppings, Aeropuertos, Terminales, etcétera. Yo aproveché para hacerlo en el de Buquebus. No había fila, me tomó menos de 10 minutos y aproveché para cambiar mi domicilio.

    Pagué con la tarjeta de débito y me dieron un comprobante que hay que conservar para que te entreguen luego el DNI.

    Se suponía que me lo iban a llevar a casa pero el día que fueron yo no estaba, después re-arreglé con OCA pero no vinieron, y al final llamé y me confirmaron que tenía que ir a buscarlo a Registro Nacional de las Personas en Paseo Colón.

    Ahí pensé que iba a estar dos horas, pero entré y salí en menos de 15 minutos. Estaba todo tan organizado que la gente (yo incluida) se quedaba como confundida.

    Pasé directamente a una sala dedicada a los DNI. Primero una señora te pide tus datos, y te manda a sentarte a esperar mientras buscan tu DNI. Cuando está, tu nombre sale anunciado en pantalla.

    Todo muy prolijo y ordenado, y ninguna de las señoras trabajando ahí parecía estar perdiendo el tiempo ni descuidando sus tareas. Algo SUMAMENTE raro en las agencias gubernamentales.

    Al rato llegó mi turno, lo fui a buscar, firmé y me fui con mi tarjetita DNI.

    Sin vuelta, sin dramas, sin complicaciones.

    Por una vez, no tuve nada que envidiar a otros países.

  • Los primeros cambios en mi cuerpo por correr

    Hace algunos días les comentaba cómo una de las cosas más gratificantes de esta experiencia de entrenar y aprender a correr es el hecho de no hacerlo por la apariencia física –al menos, no exclusiva ni principalmente.

    Sin embargo, me pareció divertido contarles los cambios que noto en mi cuerpo ahora que ya hace un par de meses que salgo a correr con regularidad.

    Lista para correr

    Lo primero es que respiro mucho mejor. MUCHO mejor.

    De las rodillas para abajo, hubo magia. Mis gemelos están cada día más marcados y firmes. A veces me toco ahí y parece que son de piedra. Increíble.

    De las rodillas a la cintura la cosa se puso complicada. Mis músculos se «activaron», y por lo tanto están más turgentes en mis piernas y también en la cola. Todo está mucho más firme, pero también significa que mis pantalones me aprietan.

    No sé si esto es exclusivamente por correr, porque aunque me dijeron que era algo esperable que pase, tampoco tengo los hábitos alimenticios más saludables del mundo, y esas Frutigran de chocolate que son mi perdición a las 5pm, (entre, ejem, otras delicias) podrían tener algo que ver.

    Tampoco sé si subí de peso realmente, no tengo balanza y no me obsesiono con eso. Pero mi guía siempre es cómo me queda mi ropa, y la verdad es que los pantalones me quedan más ajustados.

    Estoy debatiéndome internamente si debería empezar algún plan para bajar de peso y mantener el talle, o simplemente aceptar que con el ejercicio vienen los músculos, y entregarme a un talle más. Todo dentro de lo saludable, por supuesto.

    Mi panza no está más chata, pero sí más firme, al igual que los brazos. Uno piensa que correr es todo sobre las piernas, pero en realidad se usan muchísimos músculos, y me copa ver que hasta mis brazos se están beneficiando por el ejercicio.

    Cuando doy mis vueltas corriendo veo a otra gente mucho más avanzada que yo, y admiro cómo se nota que no tienen nada de grasa en sus piernas o panzas. No todos son delgados, hay gente de todos los tamaños, pero se les nota en la piel que abajo de eso es todo músculo o fibra.

    Me pregunto si será por el ejercicio solamente, o si además harán planes de comida especiales, algo que en realidad tendría sentido si son personas que corren mucho más y necesitan alimentar su cuerpo en consonancia.

    En fin, veremos cómo sigue esto de acá a dos, cuatro o seis meses. Mientras tanto, esta blogger usa más calzas y menos jeans, porque quiere estar cómoda y disfrutar de que puede hacer cosas que antes no, aunque eso signifique estar un poquito más hinchada.

  • Hacerlo por algo más que la apariencia física

    Victory

    Hoy (bueno, técnicamente ayer, para el momento en el que este post salga publicado) disfruté mucho mi sesión de C25K.

    Creo que es la primera vez que me relajé y simplemente corrí. En las anteriores, siempre estaba muy concentrada en cuánto aguantarían mis pulmones, que, benditos sean, están aguantando más de lo que alguna vez pensé posible.

    Ahora que ya sé que de a poco mis pulmones se van expandiendo y acompañando al resto de mi cuerpo, me pude relajar.

    Y mientras hacía el último tramo, agitada pero tranquila, me di cuenta de que era probablemente la primera vez en mi vida en la que estoy ejercitando por algo más que la apariencia física. De hecho, en este momento la apariencia física ni siquiera es uno de los motivos principales por los que estoy saliendo a correr.

    Lo más parecido que me pasó alguna vez es cuando hacía danza jazz, que lo hice siempre porque bailar es una de las cosas que más amo en el mundo.

    Fuera de eso, cada vez que fui al gimnasio, o hice pilates, o hasta Yoga, siempre la razón principal era para alterar mi apariencia física. Bajar de peso, o afirmar el cuerpo.

    Cuando ese es el motivo principal, se puede volver sumamente frustrante. Los cambios tardan tanto en llegar que demasiado frecuentemente abandonamos antes de tiempo, convencidos de que el esfuerzo no sirve para nada.

    Esta vez es tan distinto.

    Cada vez que salgo a correr y mis pulmones aguantan, y siento que mis piernas se hacen más fuertes, siento una sensación de satisfacción que es suficiente en sí misma.

    Esta vez es para superarme, es para mejorar, es para aumentar mi calidad de vida.

    Cada vez que lo hago es una victoria en sí misma, y creo que esto es lo que más me está motivando a seguir con esto.

    Sin cuotas que pagar, sin ningún tipo de obligación o presión externa. Solamente yo y las ganas de superarme.

    No me imaginaba que iba a pasar, pero está buenísimo.

    Foto

  • Por qué Harry y Hermione NO tenían que casarse

    Harry Hermione

    Hoy salió una entrevista que Emma Watson le hizo a J. K . Rowling, en la cual la autora decía que, en retrospectiva, Ron y Hermione como pareja fueron más un capricho de ella, que algo que debería haber surgido de la trama de los libros.

    Aunque el título del artículo es «Hermione debería haberse casado con Harry», en los extractos que vi yo no vi esas líneas en particular, pero me parece un tema súper interesante.

    Dejando a Ron o las personalidades de los personajes de lado, creo que la amistad entre Harry y Hermione es uno de los mejores elementos de los libros de Harry Potter.

    Es demasiado común en la cultura popular que la chica termine con el protagonista, tanto que parece que su única inclusión en la historia es ser el interés romántico de éste.

    Con Hermione no pasa esto. Además de ser un personaje exquisitamente desarrollado, cumple un rol de demostrar a los lectores –que en su mayoría se encuentran con esta obra durante la infancia o adolescencia– que hay relaciones más allá de las románticas.

    Que existe la amistad y la camaradería, y que dos personas pueden amarse profundamente sin por eso estar «enamoradas» el uno del otro. Un vínculo casi familiar.

    Por eso para mí es genial que Harry no haya terminado casándose con Hermione. Que eso ni siquiera haya estado «en la mesa» en los libros.

    Luego, si Ron y ella eran la pareja indicada, es otro tema. Los argumentos de Rowling y Watson tienen algo de sentido, pero a mí personalmente me parece que Ron es un personaje que en el último libro evoluciona mucho, y me da la pauta que luego termina de madurar. En ese sentido, él y Hermione pueden tener más sentido que durante la adolescencia.

    En todo caso, lo escrito, escrito está, y a mí me parece que fue muy acertado. Y también me parece genial que Rowling como autora pueda analizarlo desde su propia experiencia y cambiar de opinión con el paso del tiempo.

    Acá el extracto de Rowling, la nota entera sólo está disponible para suscriptores de la revista Wonderland:

    “I wrote the Hermione/Ron relationship as a form of wish fulfillment,” she says. “That’s how it was conceived, really. For reasons that have very little to do with literature and far more to do with me clinging to the plot as I first imagined it, Hermione ended up with Ron.”

    “I know, I’m sorry,” she continued, “I can hear the rage and fury it might cause some fans, but if I’m absolutely honest, distance has given me perspective on that. It was a choice I made for very personal reasons, not for reasons of credibility. Am I breaking people’s hearts by saying this? I hope not.”