En una nube de palabras que hice hace mucho :)
En una nube de palabras que hice hace mucho :)

Ayer me quejaba porque estaba tratando de escribir algo que vengo masticando hace muchos meses y no me salía bien. Pero gracias a una charla con @geekotic (sobre algo que no tenía que ver con este post), me di cuenta de una característica que tengo, algo completamente personal, y que es la filosofía detrás del post que quería escribir originalmente. Y es que no creo en las dicotomías.
Creo que si hay algo que me trajo problemas a lo largo de mi vida, es eso. Las cosas que muchos piensan que son incompatibles, yo trato de integrarlas. Tengo una tendencia muy natural a integrar.
No creo en la dicotomía entre buenos y malos, santos y pecadores, inteligentes e ignorantes. Creo que la vida es demasiado compleja y rica como para pensar que solo hay blanco y negro.
Creo que se puede ser un alumno de 10 y tener una vida social. Creo que se puede disfrutar de trivialidades y tener preocupaciones profundas al mismo tiempo. Creo que se puede ser amiga de los tragas y de los populares. Creo que se puede ser linda e inteligente (o fea y tonta). O madre, mujer, amiga, hija, amante, puta, dama, todo en una sola persona.
Cuando limitamos nuestra mente a un estereotipo u otro (porque todos lo hacemos), estamos negando la complejidad de la vida, no aceptando que somos humanos, y como tales, somos capaces de mucho más.
Yo quiero hacer todo lo que pueda para vivir en un mundo mejor, en muchos niveles distintos, y también quiero poder decir boludeces, porque ayuda a hallar un equilibrio. Quiero deleitarme con un cuento de Borges, fascinarme con sus metáforas e investigar sus referencias a la numerología, y también quiero mirar Gossip Girl cuando sale un capítulo nuevo. No quiero elegir, quiero integrar.
Por supuesto, yo también tengo mis dicotomías y mis prejuicios, aunque trato de eliminarlos. Pero los tengo, porque soy humana, ni perfecta ni fallada. La propuesta es a dar un paso más adelante. Ni tesis, ni antítesis. Síntesis.
No nos cerremos, no nos limitemos. Ya es un buen momento para dejar el pensamiento lineal, abrazar el paradigma de la complejidad, ir por más, no por menos.

Hace un tiempo me encontré en Marilink una imagen con las lecciones de vida de Jack, y en su simpleza (tan simples como 140 caracteres), encontré mucha sabiduría para la vida cotidiana.
Da para imprimirlas y leerlas todos los días. Se las traduzco para los que no saben inglés:
Estoy completamente ciclotímica hoy, por eso me pongo a escribir este post para no seguir molestando a mis queridos followers en Twitter. Y es que un rato estoy bajoneada y tengo que escaparle a las canciones románticas, y al siguiente incitando a todos a cantar canciones de rock argentino de los 90. ¿Estamos todos locos? No, solo yo.
Hoy fue un día largo, pasaron muchas cosas pequeñas e insignificantes pero que me marcaron de alguna forma.
Por ejemplo, a la mañana acompañé a mi papá (que es discapacitado visual) a hacer unos trámites, y me puse muy contenta por la forma en que la gente se ofrecía a dejarlo pasar primero, sin que se lo pidamos. Actos de solidaridad así me ponen muy contenta.
Mientras tanto, me pude dar cuenta de lo asustada que está la gente con la gripe. En el banco obligan a la gente a hacer la fila afuera, para que no se acumule mucha gente adentro. Genial, o sea, o te enfermás contagiado o te enfermás por el frío. Las contradicciones de mi país, señores.
Después fui hasta el bar de la facultad porque nos teníamos que juntar con una profesora, que movió la fecha y no me enteré. Y tomé frío.
A la tarde fui a la doctora y es la mejor doctora del mundo, y eso me pone contenta.
Más tarde, hice tiempo en Starbucks y me leyeron twittear lo aburrida y sensible que estaba. Por lo general me encanta tener mis ratos sola, pero hoy me aburrí bastante. Me pegó de alguna forma.
De ahí a encontrarme con otro profesor (ese sí fue, por suerte), para coordinar las clases del cuatrimestre que viene, que voy a estar como ayudante de cátedra en el taller de tesina. Eso me puso de buen humor.
En el viaje de vuelta el humor me cambiaba según la canción que me pasaba el iPod (lo tengo en modo shuffle todo el tiempo, así que tenía un humor aleatorio).
Llegué a casa y estaba el libro de Taringa!, buen humor de nuevo.
¿Por qué les cuento esto? No tengo idea, necesité abrir WLW y escribir mi verborragia. Por lo menos no los bombardeé con esto en Twitter. Mi teoría es que las hormonas me están jugando una mala pasada. But then again, esa es mi excusa para el 75% de las cosas que me pasan.
Foto de fr@ans.
Si hay algo que no te está sucediendo, no significa que nunca te vaya a suceder
Significa que no estás listo
[Vía Mini Marilink]

Esta imagen que encontré en We Heart It resume inesperadamente bien lo que me estuvo pasando en estos últimos tiempos.
Mi vida tiene un elenco que la rompe: amigos de oro, enemigos siniestros, aliados incondicionales, sabios consejeros y personajes inesperados que le ponen el condimento justo.
Ahora, entender la trama, quién es quién, cómo relacionarme con ellos, y sobre todo, cuál es “la misión” de mi propio personaje en esta película, no es tarea fácil. Y eso, justamente, es lo que la vuelve caótica y divertida.