Actualización: finalmente tuve la oportunidad de ir a ver la obra, y me pareció excelente. Pueden leer mi crítica sobre Casi que no Está.
No sé, cuando yo era chica, si alguien me invitaba a algún lado era… bueno, eso, que me invitaba. ¡No que me invitaba a comprar su producto! ¡O a contarle a todos mis amigos y capaz que me gano uno!
Ya vengo viendo esto en mil publicidades y sobre todo en campañas de email marketing, como esta que me llegó hoy, que por ahí es la más ingenua de todas, pero igual molesta.

Molesta porque de verdad me encanta el teatro, y me rompe que usen frases engañosas. Decime directamente que es un sorteo, y yo decido si lo abro o no.
Últimamente veo mucho de esto por todos lados, ahora no recuerdo ningún caso concreto, pero seguramente ustedes sí. ¿Cuál les molesta?
PD: Como siempre, esto no tiene que ver con el producto (en este caso, la obra «Casi que no está», que no fui a ver y sobre la cual no puedo opinar), sino con los modos molestos de publicidad.
