Etiqueta: Madurar

  • Me mudo!!

    Mudanza

    Finalmente llegó el momento. Después de mucho tiempo interno y externo, es hora de abandonar el nido, y apenas puedo creerlo. Tanto que parecía tardar, y ahora todo se desenvuelve tan rápido.

    Cada uno tiene sus tiempos, y la decisión de mudarse (y sobre todo en mi caso, que es para iniciar mi vida junto a la persona que amo) tiene que tomarse cuando uno está 100% listo. Apurar tiempos por expectativas sociales es algo que a la larga termina mal. Y además soy una late bloomer, qué quieren que les diga.

    Ahora me toca empezar a separa qué me llevo, qué no, en dónde van a entrar mis cosas, e ir acostumbrándome a un barrio que no sea Flores por primera vez en mi vida.

    Se termina una etapa, empieza otra. Estoy feliz y emocionada, y un poco nerviosa. ¡Aquí vamos!

  • La Playa

    Cuando volví de mis vacaciones le comentaba a alguien que me había sorprendido a mí misma disfrutando tanto de estar tirada en la playa sin hacer nada.

    Le comentaba que durante mi infancia y adolescencia había tenido la posibilidad de ir a muchos lugares así con mi familia y que por lo general me aburría un poco.

    «Es la primera vez que te lo pagaste vos, ¿no?» fue su acertadísima pregunta.

    «Sí», fue mi respuesta, acompañada de una inevitable sorpresa.

    Es increíble cómo cambia todo cuando lo hacemos por elección, y aún más cuando es el fruto de nuestro trabajo.

  • El nunca más de cada uno

    Un tiempo atrás estuve pensando en lo mal que me dejé tratar en mi pasado, en cómo me dejé forrear, en cómo me sometí a mí misma a situaciones que vistas en retrospectiva era inaceptables.

    Seguramente el contraste con mi situación actual me permite ver con claridad esos momentos. Cuando estás en arenas movedizas llegándote al cuello no te das cuenta (o quizás si, pero no sabés cómo salir de ahí), pero cuando lograste estar en un punto firme de tu vida, todo se vuelve más claro. Y entonces no te queda otra que reconocer que si estuviste así, fue porque dejaste que suceda.

    No por esto excuso a las otras personas involucradas (en situaciones tan complejas que no podría empezar a escribirlas aquí), pero sí pienso que yo lo acepté, yo le di lugar.

    Y como siempre, está en cada uno el poder capitalizar los malos momentos de los que fuimos cómplices pasivos, ponernos fuertes, y hacernos cargo de nuestras vidas día a día para que eso no pase nunca más.

    Creo que la gente lo llama «madurar».