Etiqueta: Esperanza

  • 2014

    1. Me gusta cómo suena, cómo se ve escrito.

    2014

    Parece mentira lo rápido que pasan los años. Cómo el futuro se acerca, deja de ser el futuro, y se convierte en el presente, a veces maravilloso, a veces monótono.

    No sé si es que durante la semana de las fiestas descansé mucho, o si algo dentro de mí hizo click, pero siento esperanzas. Creo que hay cosas buenas esperando en el camino este año.

    Sólo tienen que encontrarme trabajando para que puedan suceder.

  • Cualquier día puede ser el día menos pensado

    «Algún día de esos en que suelo pensar ‘Hoy va a ser el día menos pensado’», decía La Oreja de Van Gogh.

    Cuando la espera me hace desesperar, y los problemas de fondo no se resuelven, me da un poco de esperanza pensar en eso. Las mejores cosas de mi vida llegaron realmente el día menos pensado, y algo maravilloso puede estar por pasar en cualquier momento.

    Hace mucho tiempo, en un momento de mucha tristeza, mi amigo Juan me dijo que tenía que seguir pasando los obstáculos, «tumbando paredes», que la felicidad estaba ahí. Cuánta razón tenía. Creo que no pasaron ni dos semanas desde que me dijo eso hasta que mi vida cambió rotundamente y para bien. El día menos pensado estaba ahí, solo había que seguirla remando.

    Es una paciencia diferente a esa de la que les hablé hace poco; esas cosas para las que sé que tengo que esperar porque falta tiempo, faltan procesos.

    En cambio esta, se parece más a la esperanza que a la paciencia.

  • Escribiendo sobre la esperanza en momentos de tristeza

    Al ojo del lector observador (y bueno, del no muy observador también) no cuesta darse cuenta que estoy atravesando un momento muy difícil de mi vida personal. Habiendo sido una mujer muy positiva y optimista toda mi vida, me encuentro lidiando hace meses con problemas que cada vez se ponen peores, y con la sensación de que lo peor aún no ha sucedido, y que cada día cuesta más seguir adelante.

    Lo que seguramente no sepan es que mi trabajo final para tener finalmente la ansiada licenciatura en psicología es sobre las emociones positivas, el optimismo, la esperanza, la felicidad y la psicología positiva en general.

    No les puedo empezar a explicar lo difícil que es afrontar este tema en mi estado. Cuando tenés los ojos llenos de lágrimas y sentís una opresión terrible en el pecho, escribir sobre los efectos positivos de la esperanza sobre la salud parece una broma de mal gusto, y sobre el optimismo, se me ocurren muchas cavidades corporales donde podría mandarlo a guardar.

    Son muchos los días en los que siento que muero de tristeza, y la esperanza es como una vela que se está consumiendo, y que siento que en cualquier momento se va a apagar.

    Pero no voy a cambiar de tema. Voy a hacer mi trabajo sobre estos temas que algún día fueron tan cercanos y hoy me parecen pertenecientes a otra galaxia. Y lo voy a hacer porque creo firmemente en ellos. Creo que como profesional no solo puedo apuntar a curar enfermedades, sino ayudar a tener una vida lo más plena posible.

    Y porque, al fin y al cabo, es lo que quiero para mi vida también: una vida plena y con toda la felicidad que pueda tener en ella. Y todavía creo que es posible.

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