Etiqueta: Enemigos

  • La vida no se divide en «buenos» y «malos»

    Buenos y malos

    En el contexto país en el que vivimos, creo que una de las peores epidemias que tenemos es que la gente piensa en absolutos: existen solo buenos y solo malos.

    Si te gusta en Gobierno, son todos buenos y la oposición son todos malos.

    Si te gusta el Grupo Clarín, son todos buenos y el Gobierno es todo malo.

    Vamos, si hasta hoy parece que si no te gusta el Gobierno, Tinelli es el salvador del país.

    El tema, amigos, es que la vida no se divide en «buenos» y «malos». Y es más: puede haber muchos «malos» al mismo tiempo.

    Gobiernos corruptos, empresas que ponen sus intereses antes que los de la gente, estafadores, evasores. Que se peleen entre ellos no hace que unos sean bueno y los otros malos.

    Entonces, me gustaría que este viernes tormentoso recordemos dos cosas:

    1- Nadie es 100% bueno ni 100% malo.
    2- Hay mucha gente que se caga en el pueblo, de muchos bandos diferentes; no te dejes convencer de lo contrario.

    En fin, una reflexión express de un tema bastante complejo, pero que no quería dejar de mencionar, porque me pone mal cuando veo que hay personas que depositan su amor en un solo bando y su odio en el otro, y se olvidan que en el medio estamos nosotros, la gente común, que siempre salimos perdiendo.

    Cada uno de nosotros tiene sus propias orientaciones. Pero no hay que olvidarse que la que más nos tiene que mover es la de cuidarnos mutuamente, más allá de toda ideología.

  • Frenemies, esas malas compañías

    El otro día me crucé accidentalmente con el concepto del Frenemy. En inglés, la palabra es una mezcla entre amigo y enemigo (se me ocurre en español «eneamigos»).

    El o la frenemy es ese «amigo» que en realidad te suele hacer sentir mal. Hace comentarios a tus espaldas, te hace cumplidos que en realidad son palos encubiertos, comentarios irónicos que luego jura que eran bromas, y por supuesto, jamás se hace cargo.

    Por lo general los frenemies son personas con las que tuvimos una buena relación, o pasamos buenos tiempos juntos, o que por haber querido mucho nos cuesta ver que en realidad buscan dañarnos más seguido de lo que no.

    La palabra me hizo pensar mucho, en mi vida tuve más frenemies de los que me gustaría admitir. Creo que ya lo dije alguna vez, me cuesta asumir cuándo una persona que fue importante para mí en realidad solo me está haciendo mal, y a propósito.

    Y aunque la personalidad de la frenemie me parezca de cuarta, siempre hay que hacerse cargo de lo propio. En cuestiones de amistad, cuando uno se deja pisotear por el otro, es porque le da lugar.

    Lo más sano, creo, es dejar ir a los frenemies. Cuando les cerrás la puerta te sentís mucho mejor, y tu vida se vuelve un poco más libre y auténtica.

    Pero no siempre es tan fácil, ¿no? Para mí definitivamente no lo es.

    ¿Les pasa a ustedes? ¿Cómo lidian con los o las frenemies?