No sabía como titularlo, así que eso. El sábado falleció mi abuelo y me tocó despedirlo a la distancia.
No es el lugar ni el momento para explayarme sobre el tema, pero me parecía que no podía seguir como si nada sin al menos mencionarlo.
Toda la vida voy a estar orgullosa de ser su nieta. Fue el mejor abuelo del mundo. Me contaba cuentos y me sacaba chocolates de la panza. Y lo voy a extrañar horrores.
La mejor forma de honrarlo es disfrutar del viaje a pesar de la tristeza, y en es estoy.
