Al lector cuidadoso no le resultará una sorpresa que con el paso del tiempo desarrollé como una extraña obsesión con Rebecca Black. Confieso que la primera vez que escuché su canción Friday la odié, me pareció terrible y debo haber cerrado YouTube a los 30 segundos del video. Pero después pasó algo.
Esta chica que logró su popularidad gracias a tener el video con más calificaciones negativas de YouTube empezó a recibir una cantidad importante de insultos y burlas… y a medida que esto pasaba, pude empezar a empatizar cada vez más con ella.
Al fin y al cabo, tiene solo 14 ó 15 años, y se animó a jugarse por un sueño, y recibió burlas a cambio. ¿Cuántos de nosotros, autollamados geeks o nerds, hemos pasado por lo mismo en mayor o menor medida? Yo por lo menos, sí. (Claro que a una escala mucho menor).
Entonces una puede ver más allá del videoclip barato, la letra infantil de la canción y la voz medio irritante de Rebecca. Puede ver a alguien que está sufriendo por alcanzar sus sueños, soportando burlas y desaires, bancándose la actitud bully de mucha gente. Pero en vez de quedarse en su casa a llorar, sigue para adelante.
Así es que por eso me gustó mucho que saque su segundo corte, una canción con por lo menos mejor letra, video y producción de verdad. Porque es una especie de Cenicienta moderna, y banco eso.
Todos merecemos tener «nuestro momento».