Es de mañana y se te está haciendo tarde para salir al trabajo. Entonces te das cuenta que otra vez –sí, otra vez– te olvidaste de prepararte algo para llevarte de almuerzo a la oficina. Y eso significa que vas a desembolsar más plata que te habías prometido ahorrar, y seguramente terminarás comiendo alguna cosa menos que sana que puedas comprar para comer en tu escritorio.
Entonces aparece tu madre y cuando ya estás agarrando las llaves para salir te dice «Ah, anoche hice milanesas y sobraron, podés llevártelas al trabajo».
Felicidad instantánea.
8 respuestas a «Milanesas [Pequeñas Cosas #2]»
grosa tu vieja. esas cosas buenas de vivir con mama
(solo ESAS cosas buenas eh?…)
Con esto se ganó por lo menos 6 meses más de permanencia mía en casa, jajaja!
Y ahora con el plan gubernamental «Milanesas para todos» es un placer de todo el pueblo!
[Sarcasmo opositor aparte, las milanesas son una masa]
Justo hoy que Cristina K. lanzó el Proyecto «Milanesas para todos»… ¿tu madre lo habrá hecho a propósito? :P
Jajaja, me enteré después del post, qué timing!!!
Dudo que mi vieja lo haya hecho a propósito, en casa no somos fans de la presidenta precisamente :P
Depende de que sean las milanesas. Si son de soja o berenjena no aplica.
Según ley para que a milanesa sea tal tiene que estar hecha con algún bicho que camina.
A mi me gustan las milanesas de soja, pero me quedo con tu aporte para enmendar mi post: la milanesa, para que cause verdadera felicidad, tiene que ser de carne.
+1. Muerte a los que quieran embarrar tanto honor «milanesístico» llamando milanesa a verduras rebozadas! :D