Foto de Sakuraku Kitsa
Hace poco empecé a trabajar en una campaña cuyo eje son los mejores recuerdos de la infancia, lo cual me trae, por supuesto, muchos lindos recuerdos de la mía. Pero también me doy cuenta que esa época, quizás hasta 1er o 2do grado de la primaria, es la única que recuerdo con nostalgia.
Durante la primaria me recuerdo como una niña muy temerosa e insegura. No miedosa de cosas como la oscuridad o los ladrones. Miedosa de estar haciendo algo mal, miedosa de los reproches de las maestras, insegura de mi propio valor.
Ojo, mi infancia fue realmente muy buena, pero cuando pienso en el colegio primario, esa sensación de temor (que atribuyo, para qué ocultarlo, a las monjas del colegio al que iba) me resulta angustiante. La verdad, no siento nada de nostalgia por esos años.
Algo parecido me pasa con el colegio secundario. La adolescencia es una época turbulenta para todos, así que aquí no me voy a creer única ni especial. En mi caso, la mejor forma de describir cómo me sentí durante casi los 5 años del colegio es “inadecuada”.
No era lo suficientemente linda (más bien todo lo contrario), o astuta, o graciosa. Lo único que era (o al menos así me consideraban) era inteligente, pero esa inteligencia no la pude aprovechar para terminar de encajar bien en ningún grupo. De nuevo, pasé buenos momentos, pero el secundario, a diferencia de muchas otras personas, no es algo a lo que quisiera volver.
¿A dónde voy con todo esto? ¿Es un post emo lamentándome por mi pasado?
No, para nada. Muy por el contrario, es una reflexión sobre cómo pocas situaciones de mi pasado me causan nostalgia, y cómo eso quiere decir que cada vez me siento más cómoda donde estoy, con cada paso que doy.
Cada nueva etapa que afronto supera a la anterior, le da un giro de tuerca, me ayuda a resolver algún tema pendiente. Creo que es un gran signo de crecimiento personal, aunque sea en algunos aspectos.
Nostalgia cero por muchísimos años que, a medida que pasa el tiempo, son un capítulo cada vez más chico de mi vida.
Mi presente me gusta, y me quedo con la sensación de que la vida me tiene deparadas aventuras cada vez mejores.
10 respuestas a «Nostalgia cero»
Me pasa algo muy similar, esta bueno ser quienes somos y mirar atrás y ver que nos sentimos mejor que antes y que en el viaje de vivir encontramos nuestro lugar. =)
yo tenia una cartuchera parecida!!!!, y opino lo mismo que vos (no fui a escuela de monja) pero prefiero mi actual momento
Pensar en esa época destapa cosas que tratamos de ocultar a toda costa pero inevitablemente nos afectan de una u otra forma.
Mi mejor edad fue desde los 22 hasta los 27, edad gloriosa!
Pensar en esa época destapa cosas que tratamos de ocultar a toda costa pero inevitablemente nos afectan de una u otra forma, mi mejor edad fue desde los 22 hasta los 27, edad gloriosa!
No sos la única, yo a mis treinta y pico me siento en mi mejor momento, lo que tengo ahora es mucho más de lo que esperaba y mi vida actual es casi perfecta.
Lo que contás de la escuela es muy común, a muchos no nos atrae la idea de volver a esos años, aunque sí me animaría a un fin de semana :D
Hermoso post.
Gracias Guty! :D
Y gracias a todos por comentar, como siempre :)
Buenisimo Ceci, a mi me pasa lo mismo. Supongo que esta debe ser la famosa venganza de los nerds.
Uuuuuh! Acabo de cumplir 33 esta semana… y no me acordaba de esas cartucheras…
Mi madre era maestra en la misma escuela al menos los primeros 3 años…
Después me pasaron de escuela… pero quedan recuerdos lindos, otros borrosos y otros olorosos.
Siempre me borraban la pizarra y no alcanzaba a anotar nada. No por lento, sino por soñador.
Gracias por compartir
Hola!!! No sé con qué frecuencia lees esto, simplemente estoy «comiendome» tu blog desde hace una hora que lo conocí… y leí este en particular, y me dieron ganas de decirte que TE QUIERO MUCHÍSIMO, que los años pasan pero vos quedás en el corazón. Gracias por darme tantos recuerdos lindos!
Ay Gaby, qué linda sorpresa encontrarme con un comentario tuyo acá!! Yo te quiero muchísimo a vos, y los recuerdos que tenemos juntas son de los más lindos de esa época. A ver cuándo nos vemos!!