Tener un problema de vez en cuando no está tan mal. Son desafíos grandes o pequeños que nos ponen ante situaciones en las que podemos sacar lo mejor de nosotros mismos y crecer como personas.
Pero lo que no me gustan, me tienen cansada y me drenan la energía de a poco, son los problemas de fondo.
Se me dio por llamar de esta forma a esos problemas que no podemos resolver (ya sea porque no nos animamos, o porque simplemente exceden nuestro dominio y no hay nada que podamos hacer), y que están ahí, en el fondo de nuestra mente, recordándonos que por mejor que estés en cualquier área de tu vida, hay algo que aún no está resuelto.
Tengo un par de problemas de fondo con años de antigüedad que escapan por completo a mi accionar, y para los cuales no puedo hacer más que aceptarlos y tener esperanza en que eventualmente se resolverán. A veces me cuesta mucho.
Mientras tanto, fantaseo con cómo será ese día. Me acostumbré a vivir con estos problemas, y me imagino cómo será cuando ya no estén (porque quiero creer que algún día no estarán más). El alivio gigante que debe ser que finalmente esa piedra que llevabas en la espalda ya no sea tuya para cargar. ¿Cómo será? ¿Cómo se sentirá?
De momento, hay algo que sí puedo hacer. Aunque no puedo controlar las circunstancias externas, sí puedo proponerme a estar bien yo mientras tanto. A veces es más fácil, otras veces no tanto, pero está en uno el tener la fuerza para estar bien en su propio mundo interior, aunque el exterior esté en plena tormenta.
7 respuestas a «El problema de fondo»
me suele pasar y te re entiendo…yo tb trato de ser feliz aunque a veces es medio complicado…por uno de esos pasé un verano de mier@# pero bue asi es la vida…mira para adelante y con fuerza
saludos!
El fracaso es información. No le temas. en la vida hay dos tipos de personas: los que fracasan y los que nunca han hecho nada. Animo, lo que te recomiendo es que trabajes en tus pensamientos, no le des bola a los que drenan y enfoca esa engría en los pensamientos positivos y veras que todo mejorara. Sat Nam!
@SukhwantSingh
uff si te entenderé!
en un poema escribí, hace bastante, algo así como «la hoja en que anoté la lista de esos problemas a resolver, se ha vuelto amarillenta»
supongo que todos tenemos de esos, que hace mucho tiempo que no resolvemos. Lo noto también en mis amigos, que nos conocemos hace años y a veces te cuentan, y re cuentan, y recontra cuentan ese mismo problema que te vienen contando hace mucho tiempo, que ahora sí lo van a resolver, para lo mismo contarte mañana.
Como dicen más arriba, todos tenemos de esos problemas, el tema está en que no sean tan importantes como para arruinarnos la vida o los buenos momentos.
Problemas que no podemos resolver por nuestra cuenta hay miles, pero por suerte solo algunos son importantes como para llegar a preocuparnos realmente.
Los problemas son una maravilla… (según lo veas) entre mas grandes son, mas te pagan por resolverlos, y entre mas complejos son para ti, mas aprendes de ellos, por otro lado también pueden generar muchos estragos físicos a la larga, eso si es una dualidad inherente.
Saludos y espero resuelvas esas situaciones.
Te referís a problemas externos, en esos casos creo que el tema esta en no tener la fuerza suficiente para tomar una decisión que pueda cambiar esa situación. Muchas veces esas decisiones son dolorosas y por eso no nos animamos, pero encontrar una solución es posible.
Por otro lado, si ese problema se vuelve algo con lo que aprendemos a convivir entonces creo que ya no debería verse o considerarse como un problema y así se volvería una preocupación menos en la cabeza.
Hay problemas que podemos resolver pero son falta «algo»: fuerza, determinación, madurez, coraje, sabiduría, herramientas… puede ser cualquier cosa. Esos pueden ser problemas de fondo.
Pero también me refiero a problemas que están completamente fuera de nuestro control: una enfermedad, una situación judicial, una catástrofe natural, una muerte…