Categoría: Inspiración

  • Que te pasen a buscar por el trabajo [#6]

    Esta entrega de Pequeñas Cosas solo la van a apreciar los que se manejan en transporte público y no tienen auto (o no saben manejar).

    Pero pongámonos en clima: día eterno, estás agotado, y la vuelta a casa parece un martirio interminable de embotellamiento, rezar que el colectivo/tren/subte tenga algún asiento libre y que el tiempo pase rápido.

    Entonces alguien te dice «estoy con el auto cerca, paso a buscarte».

    La gloria misma.

    (Gracias mamá)

  • Ignorantes

    “Todos somos muy ignorantes. Lo que ocurre es que no todos ignoramos las mismas cosas.” – Einstein

    Una gran verdad para recordar todos los días y ser más considerados con los que nos rodean :)

    Vía Esteban Cervi

  • Hay que hacerse cargo

    Hay personas que te insultan en la cara, de modo directo o indirecto, sarcástico, irónico, o hasta con sonrisitas cínicas. Y que cuando decís algo para defenderte, o siquiera preguntar cuál es el problema, se amparan en que es un chiste, o en que uno no supo interpretar lo que decían, o hasta tienen el tupé de negarlo.

    Yo creo, en principio, que si alguien no te cae bien como para insultarlo, directamente no deberías tenerlo en tu vida. Casi siempre somos libres de elegir en ese aspecto.

    Pero si aún así alguno decidiera ir adelante y emitir comentarios hirientes, hay que tener los huevos de hacerse cargo. Lo contrario me parece un signo de (más) mediocridad.

    (Este texto no va dirigido a nadie en especial, es una reflexión basada en situaciones pasadas. Si no, sería una contradicción en sí mismo.)

  • Quedarse en la cama mientras llueve [#5]

    Rain

    Aunque amaneció hace rato, parece que no entra mucha luz por la ventana.

    Y es que afuera el día está gris, las nubes cubren el cielo y la lluvia cae sin piedad sobre todo lo que hay en la tierra.

    La penumbra, los sonidos, el aire fresco; afuera el mundo parece hostil. Pero no importa, porque por alguna razón pudiste quedarte adentro, en la cama, cubierto por las mantas y disfrutando de tu refugio.

    Nada tan lindo como quedarse en la cama mientras afuera llueve. Otra de las pequeñas cosas que me hacen feliz.

    (Cualquier similitud con Domingo en la mañana y Un refugio en el mundo, no es pura coincidencia).

  • No olvidarte algo [Pequeñas Cosas 4]

    Cada tanto me pasa: estoy lista para salir de casa por la mañana, y una razón aparentemente trivial me hace volver sobre mis pasos.

    Quizás suene el teléfono inalámbrico y me pidan que vaya a buscarlo (cosa que nunca me motiva, a mí nadie me llama al teléfono de línea), o quizás me haya olvidado de apagar la luz de mi habitación.

    Y en ese acto trivial que siento que me roba preciosos segundos matutinos, me encuentro con que el celular estaba aún cargándose, o que me estaba olvidando el paraguas y que para la tarde pronosticaban lluvia, o que me estaba dejando el libro que quería leer en el camino.

    Don´t forget your mobile phone !

    Qué bueno es no olvidarte algo.

  • La primera impresión (no es la que cuenta)

    Siempre recordé una publicidad de Axe de hace muchos años (muchos años), en la cual se repetía la frase «porque la primera impresión es la que cuenta». Hoy me gustaría hablarles de mi experiencia con las primeras impresiones.

    Seguramente a todos les pase que hay gente que les cae bien o mal de entrada, una cuestión de piel. Llamemos a eso la primera impresión, que puede a veces venir acompañada por lo que alguien nos haya dicho previamente sobre esa persona.

    Sistemáticamente, y a lo largo de los años, me he encontrado con que muchas personas que me dieron una mala primera impresión terminaron siendo grandes amigos míos. Eso no quiere decir que todos mis actuales amigos me hayan caído mal cuando los conocí, pero sí hay algunos que, al hacer memoria, no empezaron con el pie derecho en mi mente –seguramente tampoco yo en la de ellos.

    Y eso me recuerda una vez más lo importante que es estar abiertos a cómo es realmente una persona, no dejarnos llevar por los prejuicios ni por las primeras impresiones, y dar las suficientes oportunidades de que nos demuestre su verdadero ser en todo su esplendor.

    La primera impresión no es la que cuenta, nunca debería serlo. Seguramente tampoco la segunda o la tercera, aunque muchas personas que nos encontramos en la vida no llegan a esa instancia.

    Y ojo que a veces pasa lo contrario. A veces, alguien de quien tuvimos una hermosa primera impresión, termina siendo una desilusión grande. Estos casos son complicados porque (al menos en mi experiencia) cuesta más deshacernos de la imagen agradable o buena que teníamos de alguien, para afrontar que en realidad no es la persona que creíamos que era.

    En todo caso, a mi me alegra mucho saber que la primera impresión no me ha impedido conocer a grandes personas.

  • ¿Por qué nos dan charla los dentistas?

    Una de las más grandes incógnitas en el mundo de la medicina: ¿¿por qué nos dan charla los dentistas mientras nos revisan la boca??

  • Despertarte sintiéndote bien [Pequeñas cosas #3]

    Luz de la mañana...
    Foto de Néstor

    Te pasaste todo un día enfermo, como yo ayer. El dolor molesta, la fiebre invade, y lo único que podés hacer es esperar a que tu organismo junte fuerzas para recuperarse.

    Finalmente llega la hora de irse a dormir –aunque quizás te pasaste el día entero en cama– y tu último pensamiento es «por favor, necesito sentirme mejor».

    Entonces llega la mañana. Abrís los ojos, das un par de vueltas en la cama, y hay algo diferente. Solo te toma unos segundos darte cuenta: ya estás bien. El sueño, el descanso, los medicamentos o lo que sea han surtido efecto y el nuevo día trae una sensación de bienestar.

    Así me desperté yo esta mañana, y aunque ahora, un par de horas después, me sienta un poco molesta de nuevo, nada opaca ese momento en el que respirás tranquila sabiendo que lo peor ya pasó.

  • Mea culpa

    Creo que nada habla peor de una persona que oírla hablar mal de otra a sus espaldas, por eso siempre digo que ante estas situaciones uno debería desconfiar del “mal hablante”.

    Estos últimos días me di cuenta que yo misma me dejé influenciar por palabras de otros sobre gente que realmente no conozco. Me siento algo decepcionada de mí misma con respecto a la situación.

    A niveles prácticos no es realmente importante, no es un big deal; no se trata de personas que conozca (o me conozcan a mí), y como yo no hablo de la gente, tampoco los afecté.

    Pero en el fondo sé que dejé distorsionar mi visión de alguien en base a las palabras de otros (por confianza o cercanía), rompiendo uno de mis “mandamientos personales”.

    Así que hoy es día de reboot, de resetear mis prejuicios, de dejar que cada uno se muestre por quien es y luego sacar mis propias conclusiones. Que solo serán mías, sabiéndolas completamente subjetivas.

  • Milanesas [Pequeñas Cosas #2]

    Es de mañana y se te está haciendo tarde para salir al trabajo. Entonces te das cuenta que otra vez –sí, otra vez– te olvidaste de prepararte algo para llevarte de almuerzo a la oficina. Y eso significa que vas a desembolsar más plata que te habías prometido ahorrar, y seguramente terminarás comiendo alguna cosa menos que sana que puedas comprar para comer en tu escritorio.

    Entonces aparece tu madre y cuando ya estás agarrando las llaves para salir te dice «Ah, anoche hice milanesas y sobraron, podés llevártelas al trabajo».

    Felicidad instantánea.