Categoría: Ceci

  • En tierra firme

    Durante los últimos meses estuve pero no estuve. Entre los viajes de trabajo a Miami y New York, y las vacaciones en Orlando, cuando no estaba en el exterior, estaba en casa ya planificando el siguiente viaje, y sin comprometerme en nada demasiado a largo plazo porque el siguiente avión ya estaba en mi calendario.

    Marzo, abril y mayo se suponía que iban a ser iguales, pero un cambio inesperado en el trabajo hizo que –en teoría– vaya a quedarme en tierra firme por al menos unos cuantos meses. Y aunque viajar es lo que más me gusta en el mundo, una parte de mí está contenta de estar en casa por un buen rato. Volver de verdad a Buenos Aires.

    Avión

    Estoy pensando en ir al cine, en llamar a mis amigas, en no hacer nada un fin de semana, en planificar cosas para el mismo lugar en el que estoy –y cuidar el presupuesto, que no viene nada mal. Hasta creo que me voy a anotar en clases de actuación, algo que venía pensando hace bastante tiempo.

    Mi mente estuvo tan viajera que una buena dosis de home-sweet-home era quizás lo que más estaba necesitando.

    PD: Sí, este post peca un poco de #FirstWorldProblem, pero déjenme disfrutarlo mientras dure!

  • Momentos definitorios capturados en un tweet

    Hoy estaba mirando mi archivo de tweets, riéndome de las cosas que escribía en 2008, con tanta energía y entusiasmo, siendo nueva en la comunidad online a la que me integré.

    Entonces me encontré con este tweet:

    Imposible olvidar ese fin de semana fatídico. Y maravilloso que en Twitter tenga la posibilidad de revivir cada uno de esos momentos definitorios (buenos y «malos») en mi vida por lo que pensaba en 140 caracteres o menos.

    Más fluido y espontáneo que un diario íntimo, quizás sin tanto detalle, pero con todo el sentimiento.

    ¿Encontraron tweets de momentos importantes en sus vidas revolviendo en los archivos?

    PD: Menos mal que el mundo no se terminó ese fin de semana. Lo mejor estaba por venir.

  • El cambio da miedo

    Justo hace unos días publicaba esta imagen, medio en serio medio en chiste, sobre permitir el cambio, hacerle lugar.

    En mi trabajo hace bastante que estábamos buscando eso, darle lugar al cambio, con las resistencias propias y ajenas que eso implica. Todos queremos estar mejor, pero es ridícula la cantidad de veces en las que pretendemos que eso pase mágicamente, sin cambiar nada.

    Cambio

    Y medio de esta lucha por hacerle lugar al cambio, convencidas de que cosas geniales vendrán de él, nos cayó una noticia inesperada que cambia todo. TODO.

    Si bien no tengo miedo, la incertidumbre me pone ansiosa. ¿Qué vendrá? ¿Cómo será? ¿Será mejor y emocionante? En este momento no tengo forma de saberlo y mi cabeza no puede pensar en otra cosa.

    Entonces me parece un momento perfecto para recordar algo en lo que creo firmemente: nada es permanente, solo el cambio. Y aunque no puedo controlar qué va a pasar, sí puedo comprometerme a afrontarlo con lo mejor que tengo para dar.

    Al fin y al cabo, muchas de las mejores cosas de mi vida fueron consecuencias de cambios inesperados. Ser flexible es la mejor forma de atravesarlo.

  • Si me preguntás que hice el fin de semana…

    Dormí, jugué Skyrim, dormí la siesta, jugué Skyrim, cené con amigos, dormí, escribí, jugué Skyrim, cené con mi mejor amiga y nos la pasamos hablando de su boda, dormí un poco más, empecé a separar la ropa para las vacaciones, leí dos libros, empecé Final Fantasy XIII-2, dormí más.

    Ojalá todos los fines de semana tuviesen 4 días. Aunque las semanas después durasen 8, no importa. Tener el tiempo para relajarse y la tranquilidad mental de que no se te acaba «ya» me da pilas para afrontar todas las tareas de la semana.

    Solo 10 días para las vacaciones…

  • Resulta que soy un Walker…

    Una de las formas de lidiar con los mortíferos zombies en The Walking Dead, si uno no quiere cortarles la cabeza, es cortándoles la mandíbula o de alguna otra forma mutilando sus bocas.

    Es que aparentemente, al dejarlos sin un órgano con el que masticar carne viva, pierden el apetito. Sin dientes, no hay hambre.

    Curiosamente el lunes pasado me hicieron una intervención bastante intensa en la boca que me dejó con muchísima sensibilidad y sin poder morder sólidos incluso hasta hoy sábado.

    ¿El resultado? Estoy sin apetito desde hace casi una semana. No es que no tenga hambre, lo tengo, pero la sola idea de morder y sentir la punzada de dolor hace que no me interese pasar por eso en lo más mínimo.

    Así que resulta que soy un Walker. Quién lo hubiese dicho…

  • En busca de una rutina

    Hace cosa de tres años (¡cómo pasa el tiempo!) escribí sobre el valor que tiene para mí la rutina. En ese momento era todo muy caótico en mi vida, particularmente por la mudanza, y retomar cierta normalidad se me volvió más necesario que nunca.

    Hoy me encuentro otra vez buscando una rutina, pero esta vez, puedo decir con alegría, que es por motivos muy diferentes. Principalmente por la ventaja de trabajar desde casa, que me da flexibilidad, pero también porque paso mitad de la semana en un lugar, y mitad en otro, lo cual complica un poco el tema de la rutina.

    Déjenme que les dé un poco de contexto: me considero una persona mañanera. No me cuesta (demasiado) levantarme temprano, y es antes del mediodía cuando alcanzo mi pico de productividad. Así que aunque empiezo a trabajar a las 10am, y mi escritorio está literalmente a tres pasos de mi cama, siempre me pongo el despertador para las 7am. Para «hacer cosas».

    Y ahí está el problema. Esta semana me di cuenta de que no sé cuáles son las «cosas» que puedo hacer desde temprano, y termino pasando esas tres horas o dando vueltas en la cama, o boludeando perdiendo tiempo en la PC, pero no en algo puntualmente productivo.

    Así que hoy me propongo firmementa a idear una rutina que me sirva. Que me haga bien, sea productiva, y que aproveche al máximo mi «morning personness».

    Cuando la defina, la compartiré con ustedes. Mientras tanto, ¿algún tip?

  • 2012 fue un gran año

    Creo que puedo describir mi 2012 muy claramente de la siguiente forma: si se hubiese acabado el mundo, me hubiese ido feliz y satisfecha. Rodeada de amor, y superación personal y familiar.

    No todo el año fue un paseo en bici. Muy por el contrario, hubieron momentos desafiantes y dolorosos, como ya saben. Pero también fue un año lleno de logros.

    Este año descubrí la satisfacción que puede darme mi carrera profesional en algo que no es un emprendimiento propio, y también aprendí a delegar mucho en lo que es mi bebé, Acceso Directo.

    2012 fue testigo del comienzo del fin de la espantosa odisea que atravesó mi familia durante los últimos 4 años, y aunque el alivio no fue inmediato, es un nuevo comienzo, podemos respirar, y mirar al futuro sin miedo.

    Bariloche

    Este año pude viajar más de lo que nunca había viajado en un solo año. Pude conocer la ciudad de México y Cartagena, además de volver a otros lugares que ya conocía, pero sobre todo adquirí muchísima experiencia como viajera solitaria, algo que me divierte mucho, y me hace sentir que soy la mujer que quería ser de chica.

    También fue un año de mucho crecimiento personal para mí, tanto individualmente como en pareja, dos aspectos en los que estoy manteniendo un equilibrio maravilloso que nunca antes había conocido.

    Iba a escribir «gracias 2012», pero creo que no sería justo. Es gracias a mi familia, mi novio, mis amigos, mis compañeros de trabajo, los desafíos que se me presentaron y los que vienen adelante.

    Así que vayamos cerrando este año, que yo tengo que vestirme para festejar, y ustedes seguro que también.

    Mi deseo, para mí, para ustedes, y para todos nuestros seres queridos, es que 2013 sea un año maravilloso, que supere a este que dejamos, y que dentro de 365 días nos encontremos escribiendo otro balance positivo.

    ¡Nos leemos el año que viene!

  • Adiós, lindo gatito

    Esta mañana se murió mi gato Simón. Hacía meses que venía luchando contra su enfermedad en los riñones, deteriorándose muy rápido, y hoy su cuerpito dijo basta.

    Ayer antes de irme de casa lo acaricié y le agradecí por todo el amor que nos dio en estos pocos años que lo tuvimos, desde esa mañana de marzo o abril, cuando yo todavía iba a la Universidad, en la que lo encontramos entre las plantas, asustado, con su ojo mocho y su cara de «no te acerques». Lo que pensamos que iba a ser «un par de horas hasta que aparezca su dueño» se convirtió en un nuevo miembro de la familia, más pegote y amoroso de lo que hubiésemos podido imaginar.

    Simon

    Me imaginé que muy probablemente sería la última vez que lo iba a ver, y me siento en paz de haber podido despedirme.

    Se murió tranquilo, dormido, mientras mi mamá (madraza, si las hay) lo acariciaba. Me llamó esta mañana para contarme lo que pasó, y que lo estaban llevando en una cajita para que quede cerca de Sol.

    Todavía no pude llorarlo, aunque estoy reprimiendo algunas lágrimas mientras escribo esto. Creo que ya venía elaborando el duelo desde hace semanas, y siento alivio de qué él ya no va a sufrir más.

    Adiós lindo gatito, fue hermoso tenerte en mi vida. Te amo y espero que algún día, del otro lado, me vuelvas a ronronear.

  • El Bus Turístico de Buenos Aires

    La semana pasada me di el gusto y me subí al Bus Turístico de Buenos Aires para recorrer mi querida ciudad como si fuese turista.

    Muchos de ustedes me preguntaron en Twitter qué me pareció el recorrido, así que los invito a leer mi experiencia en este post que escribí en Acceso Directo:

    Recorriendo Buenos Aires con el Bus Turístico (Buenos Aires Bus)

    Buenos Aires Bus Turístico

  • ¿Y el alivio?

    Esta semana se resolvió uno de los problemas de fondo más grandes que venía llevando en la mochila desde hace muchos años. Pero no me siento como creí que me sentiría.

    Me imaginaba que cuando llegue el momento iba a ser como cuando me recibí, un momento de felicidad, de alivio, de pensar en el futuro y no poder creer que ese gran problema ya no iba a estar ahí.

    Pero no, no pasó eso. Quizás porque es muy diferente de haberme recibido (alcanzar una meta que implica un logro personal). Aquí más bien nos sacamos un problema de encima, de la manera en que se pudo. Tuvo que morir una etapa de nuestras vidas para poder comenzar otra, de cero.

    ¿Será por eso que no me siento aliviada? ¿Será porque parte de mí está haciendo el duelo y sabe que hay mucho trabajo por delante?

    Prefiero creer que en realidad es porque venía masticando este duelo desde hace tanto, que cuando llegó el momento ya lo tenía asumido, y el cambio vino con naturalidad.

    Sea como sea, esta fue una buena semana. Lo que pasó es bueno, muy bueno, y esta Navidad mi familia y yo vamos a tener motivos para brindar, abrazarnos, y por primera vez en años, mirar al futuro con un poquito menos de miedo que el año anterior.