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C-Hulk

C-Hulk

En año nuevo mi hermana me dijo, muy acertadamente, que tengo que controlar mi mal humor.

Los genes italianos me juegan en contra, es verdad. Aunque tengo por lo general un carácter muy afable (les conté alguna vez que mi mamá es maestra jardinera), y ejercito la paciencia y el buen humor proactivamente, cuando «me salta la térmica», cuando me enojo, me enciendo como un fosforito y me convierto en Hulk.

Encontrarse con la versión C-Hulk es algo que no le deseo a nadie. He visto fotos mías con cara de culo y no me reconozco. Soy el vinagre hecho persona.

Pero peor aún, ser tan leche hervida me termina jugando en contra a mí. Cuando entro en modo Hulk me cuesta salir un montón, y termino sin poder disfrutar o aprovechar las cosas buenas que estén pasando, incluso más allá de la situación puntual que me haya hecho enojar.

Un momento de enojo es suficiente para arruinarme una fiesta, una salida, un día entero de un viaje.

La que sale perdiendo cuando se convierte en Hulk soy siempre yo. Y fui así toda la vida, pero creo que recién ahora entiendo de verdad cuánto me perjudica.

Un ítem más a la lista de cosas que quiero mejorar de mí misma.

3 respuestas a «C-Hulk»

Todos tenemos una parte de «diablillo» adentro, a veces hay que dejar de lado ciertas cuestiones y enfocarse en lo que realmente esta pasando, yo soy calenton, ya de por si salto con cualquier cosa un dia no recuerdo por que, estaba re caliente y decidi tranquilarme y me empece a cagar de risa de mi sobrinito que estaba haciendo boludeces (tiene tres años), a veces hay que amargarse menos y disfrutar mas, tal vez sea dificil pero creo que es lo que nos merecemos despues de poner tanto esfuerzos para darnos gustos (en tu caso viajes y esas cosas) va no se, lo digo desde un punto de vista totalmente alejado al tuyo, tratando de ser lo mas objetivo posible.
Por otro lado y abstrayendome totalmente, vos decis lo de tu cara pero no viste a mi vieja, es MUY evidente cuando se enoja, su cara es epica! jajaja

«La tranquilidad de nuestro corazón depende de nosotros mismos.El evitar los efectos ridículos de la ira debe estar en nosotros y no supeditarlo a la manera de ser de los demás. El poder superar la cólera no ha de depender de la perfección ajena, sino de nuestra virtud». «

Ceci, acabo de encontrarme con tu blog después de mucho tiempo de ver que escribís, y me acuerdo de esto de cuando éramos chiquitas. Nos pasaba lo mismo y hasta creo que lo hablamos con 7 años. Me dio mucha ternura pensar en esa época. Te dejo un beso.
La vecina del 11 C!

Jajaja, tenés razón Mechi!! Qué increíble que es cuando una se da cuenta que tiene la personalidad marcada desde tan chiquitas, no?
Espero que estés super bien, siempre te leo en Facebook en tus aventuras por España y me pone muy contenta. Besote!

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