Hoy en Twitter todos estuvieron contando, en breves 140 caracteres (contando el hashtag #dondeestabas11s) qué estaban haciendo o donde estaban el 11 de septiembre de 2001. Así que les quiero contar yo también.
Acá en Argentina el 11 de septiembre es feriado para los colegios por el día del maestro, y como yo todavía estaba en el secundario, no tuve clases. Sin embargo, me desperté relativamente temprano, tipo 8, creo, por el ruido que venía de la cocina.
Aún medio dormida veía en la tele un edificio que se prendía fuego. Todavía no se sabía bien qué pasó. “Hay un incendio en una de las torres gemelas” dijo mi papá. No teníamos idea de lo que iba a pasar. Mientras mirábamos un poco más qué estaba pasando, de golpe veo, en vivo, cómo el otro avión va y se estrella contra la otra. Fue horrible. Encima en mi (ya tonta) ingenuidad dije “uy, se distrajo con el fuego y se chocó”.
De ahí en más ya sabemos cómo fue la historia. Se empezó a saber que habían sido atentados, cayó el avión en el pentágono, tiraron abajo el de Pensilvania, ya gente se tiraba de las torres, se derrumbaban, y nosotros en casa todo el día mirando la tele. Yo no dejaba de llorar. Lloraba por la angustia de ver tanta muerte en vivo, y por la certeza que tenía de que, mañana, se largaba la tercera guerra mundial.
Me puse tan mal que a la noche me terminó dando fiebre, me desperté al día siguiente tipo 6 am con 40º de temperatura, delirando con que De la Rúa me había convocado al ejército.
Ese día cambió el mundo. No importa si nos gusta Estados Unidos o no, porque la gente que murió es la que no tenía nada que ver. Y en nombre de ellos se empezó una guerra negra como el petróleo, que más que guerra fue invasión, y que aún hoy nos tiene sumidos en el terror y la paranoia. Sobre el atentado tengo mis opiniones, pero eso sería para otro post.
¿Qué vino primero, el huevo o la gallina? En estos casos no hay respuestas absolutas, y en realidad ya no importan. Tenemos que cambiar como especie humana, o vamos a seguir en este círculo vicioso hasta matarnos todos.